Psicología laboral | Aplicada al diseño de oficinas
La psicología laboral se enfoca en cómo las personas se comportan y se sienten en su entorno de trabajo: qué factores influyen en su motivación, productividad y bienestar. La psicología del espacio, en cambio, estudia cómo los lugares que habitamos —la luz, los colores, el mobiliario, incluso la forma en que se distribuyen los objetos— impactan en nuestro ánimo y desempeño. Juntas nos muestran que no basta con tener una oficina funcional, también hay que pensar en cómo ese entorno hace sentir a quienes lo usan.
Un espacio bien diseñado puede marcar la diferencia en el día a día de los colaboradores. Una silla ergonómica que evita molestias, una mesa ajustable que permite alternar posturas o una sala de reuniones iluminada con luz natural no son simples lujos: son herramientas que impulsan la concentración, la motivación y la creatividad. Al final, sentirse cómodo en el lugar donde trabajamos se traduce en mejores resultados y en un ambiente más positivo.
Pero no todo se trata de mobiliario. Los elementos personales también juegan un papel clave. Tener una foto familiar, un recuerdo de un viaje o un pequeño reconocimiento en el escritorio genera cercanía, pertenencia y la sensación de que el espacio es realmente nuestro. Y cuando esos detalles personales se combinan con un diseño de oficina pensado para el bienestar, se crea un entorno que no solo se ve bien, sino que también hace sentir bien.
La jornada laboral y sus necesidades psicológicas
El trabajo no se vive igual a lo largo del día. Cada momento trae consigo distintas exigencias, tanto a nivel mental como físico, y el diseño de la oficina puede ser un gran aliado para responder a esas necesidades. Veamos cómo:
1. Arranque del día: orientación y motivación
Comenzar con claridad es esencial. Una política de escritorios limpios reduce el ruido visual y genera sensación de orden, mientras que accesorios como porta monitores, organizadores o percheros facilitan la comodidad desde el inicio. Los multiports y grommets permiten mantener los cables bajo control, evitando el caos que genera distracciones. A esto se pueden sumar estímulos sensoriales como la aromaterapia, con aromas que elevan la energía y el enfoque, y detalles personales —una foto, un mensaje motivador— que hacen sentir el espacio como propio.
2. Deep Work: concentración y flujo de trabajo
Cuando se necesita enfoque total, los espacios deben ser silenciosos, cómodos y funcionales. Aquí entran en juego las mamparas, como la STEELE® Lite que reducen distracciones visuales y de ruido en oficinas abiertas, además de sillas ergonómicas y mesas regulables que favorecen posturas saludables. La luz natural sigue siendo clave: mantiene activa la mente y potencia la concentración.
3. Colaboración: ideación y creatividad
Las mejores ideas surgen en ambientes que invitan al intercambio. Espacios abiertos con mobiliario modular facilitan el movimiento y la comunicación, mientras que el uso estratégico de colores estimula la creatividad. Además, contar con conexiones eléctricas bien integradas evita el desorden y permite trabajar de manera fluida en equipos que necesitan moverse constantemente.
4. Pausa: descanso y recuperación mental
Los momentos de desconexión también son parte del rendimiento. Zonas lounge con sillones cómodos y vegetación natural ayudan a recargar energías. Aquí, la aromaterapia con esencias relajantes como lavanda o manzanilla puede potenciar la calma y el bienestar, creando microespacios que preparan a los colaboradores para retomar sus tareas con mayor motivación.
En conjunto, ergonomía, movimiento, luz, acústica, color y elementos sensoriales crean un entorno que acompaña cada momento de la jornada laboral, equilibrando productividad y bienestar.
Cada decisión en el diseño de una oficina impacta directamente en cómo las personas piensan, sienten y trabajan. Un respaldo lumbar bien ajustado puede prevenir el cansancio, un cubículo estratégico ayuda a recuperar la concentración perdida y un espacio lounge cómodo puede ser la chispa que reactive la creatividad del equipo.
Cuando los colaboradores cuentan con un entorno que los motiva y los hace sentir bien, aumenta su sentido de pertenencia, se sienten valorados y trabajan con mayor entusiasmo. Esa sensación de comodidad y confianza se traduce en productividad, en mejores relaciones entre compañeros y en un ambiente positivo que impulsa a todos a dar lo mejor de sí.
Por eso, elegir mobiliario no es solo una cuestión estética: es apostar por el bienestar psicológico y la motivación diaria de los colaboradores. En PM STEELE® diseñamos soluciones que transforman necesidades humanas en entornos funcionales y motivadores, porque sabemos que cuando las personas se sienten bien, las empresas logran más.
Cotiza con nosotros y transforma tu espacio de trabajo en un lugar donde las personas quieran dar lo mejor de sí.